El monasterio de Santa Marta, monasterio de las religiosas franciscanas Clarisas, fue fundado en 1612 en el lugar donde existió un antiguo refugio de pobres, datado de 1583. Del edificio, que fue adaptado a las nuevas funciones conventuales, sobresale en su conjunto el claustro, siendo éste constituido por seis arcos de vuelta perfecta. La bóveda central está constituida por albañilería de ladrillo cerámico unido con ligante de cal, y presenta un espesor del orden de los 28 cm, un vano de 10 m, descargando sobre paredes de albañilería de piedra irregular. Con base en un estudio realizado por una empresa especialista, se analizó el estado de conservación estructural de la bóveda, ya que presentaba ranuras longitudinales y deformaciones importantes, tanto en la parte central como en los apoyos. Se consideró que la generalidad de las grietas se originó esencialmente en la deformación excesiva, estimándose que el abatimiento de la bóveda a medio vano alcanzó los 11 cm. Se concluye también que el abatimiento de la bóveda estaría relacionado con las desviaciones de las paredes de soporte , en algunos casos, de 10 cm. En el caso de las soluciones estudiadas, se ha optado por una solución de refuerzo con mallas de fibra de carbono S&P Armo-mesh^® L500, integrada en una matriz de ligante a base de cal, el mortero S&P ARMO-mur^®, anclada mecánicamente con conectores, capaz de resistir a los momentos flectores actuantes a través de una biela de tracción / compresión. El estudio del refuerzo fue elaborado con la colaboración de la civitest, teniendo en cuenta los presupuestos del análisis previo y de los sondeos, dando lugar a la solución propuesta, la aplicación de la solución de refuerzo con malla en el intradós y extradós de la bóveda, conectadas ambas con anclajes mecánicos. La obra fue realizada por la empresa Monumenta.