En estrecha coordinación entre las partes implicadas y con el asesoramiento de los ingenieros de S&P, se desarrolló un concepto de rehabilitación que, por un lado, cumpliera los requisitos del cliente y, por otro, limitara al máximo los tiempos de cierre. La capa de rodadura de asfalto en la zona afectada se sustituyó con un espesor de 4 cm y se reforzó con S&P Carbophalt^® G. Para ello se utilizó un hormigón asfáltico para requisitos especiales (S) con ligante modificado con polímeros. La malla se colocó bajo la nueva capa de rodadura sobre el soporte fresado previamente preparado. A continuación, se cubrió temporalmente la superficie con una gruesa capa de gravilla de 2/5 de tamaño de árido para proteger la capa de rodadura recién pavimentada hasta su completo fraguado y endurecimiento para poder reabrir la zona al tráfico lo antes posible.

En este caso, el refuerzo de asfalto cumple dos funciones. Por un lado, aumenta la rigidez de la estructura asfáltica, distribuyendo las tensiones de cortante sobre un área mayor y anclándolas en el cuerpo de la carretera. Por otro lado, protege la nueva capa de asfalto del agrietamiento por reflexión de los daños que puedan existir en las capas de asfalto más profundas.

Seguimiento del proyecto

La solución desarrollada conjuntamente con S&P Carbophalt^® G funcionó admirablemente a pesar de las condiciones extremadamente difíciles. Incluso 6 años después de la reparación, no se observaron daños ni grietas en la sección reparada. No fue hasta 2020, 9 años después de la instalación, cuando empezaron a aparecer los primeros signos de desgaste en forma de grietas incipientes en la parte superior, pero todavía no habían alcanzado un grado que pusiera en duda la capacidad de servicio de la superficie reparada. En comparación con el ciclo de reparación anual que se requería anteriormente, esto significa que la vida útil del pavimento de asfalto podría aumentar al menos nueve veces con la ayuda de la malla de refuerzo de asfalto S&P Carbophalt^® G.